EL MATRIMONIO GRIEGO

En el quinto siglo antes de Cristo, cuando la hermosa Akragas vivía su periodo de mayor esplendor, las bodas se celebraban en dos fases: La primera era delante al altar para los sacrificios del Templo de Hera (o Juno), el más alto de la colina de los templos, donde se sacrificaba un animal doméstico de color claro, podía ser una oveja o una cabra, ofreciendo a la deidad la quema de víceras, sangre, grasas y huesos en un bracero de frente al templo….el humo subía para nutrir a la diosa; por otro lado, la carne se ponía a cocer a las brazas y se ofrecía un pedacito de ella a cada uno de los invitados, después, todos juntos se trasladaban hasta la casa de la familia del NOVIO.

La segunda fase se realizaba en la casa del NOVIO, allí se celebraba el Rito del Matrimonio donde la Sacerdotisa entregaba al Novio una cinta hecha con hilos de oro y Él la colocaba alrededor de la cintura de la NOVIA cerrándolo con un nudo especial: el Nudo de Hércules (ella nunca se quitaba esta cinta). Inmediatamente después, la sacerdotisa ponía en manos de los novios dos coronas hechas con HIEDRA, símbolo de eternidad, los novios prometen amor eterno y el novio ofrece su mano derecha y con ella ofrece Protección, Amor y su Apellido a la mujer que ama.

La novia apoyando a su vez la mano derecha sobre la mano del novio acepta con amor todo cuanto el novio pueda ofrecerle. Tiempo después, cuando la pareja esperaba un bebé y la cinta apretaba la cintura de la esposa, volvían juntos hasta el Templo de Hera y en una ceremonia muy íntima con algunos invitados, el marido quitaba la cinta a su mujer para entregarla a la sacerdotisa, quien, la entregaba a la diosa para agradecer el gran don de la maternidad…y asi nació el término ENCINTA!